domingo, octubre 02, 2011

Lovemarks: El posicionamiento ya no está en la mente del consumidor, sino en su corazón


¿Conoces alguna marca que te haga vibrar y sientes que no puedes vivir sin ella? Eso es una Lovemark, una marca que logró posicionarse en ti, pero no mediante el típico posicionamiento en tu cabeza, sino que en tu corazón.

En esta nota vamos a intentar comprobar la premisa de que una Lovemark es el verdadero valor de una marca, aquella que una vez ahí, probablemente no la puedas dejar porque llega tan profundo dentro de ti, de tus emociones, sentimientos y razones, que no la dejarás irse jamás.
Lo anterior nos cambia el paradigma de que una marca debe luchar constantemente para mantener su posicionamiento. Por el contrario, nos dice que una vez que lo adquiere, será el propio consumidor quien no pueda olvidarla. Para poder entender cómo una marca logra llegar a transformarse en Lovemark, hay que entender qué es el valor subjetivo. Se refiere a la capacidad que tiene una empresa de usar connotaciones asociadas a su imagen para influir en el comportamiento de los clientes. Y que se hace extremadamente importante para empresas que no pueden diferenciarse por el valor objetivo, es decir, no tienen diferenciación clara y probablemente han caído en la categoría de los commodities.

Ahora, ¿cómo una marca puede aumentar su valor subjetivo? Fácil, puede ser haciéndose conocida, posicionándose, o debido a sus valores intrínsecos:

Para aumentar el conocimiento de las marcas, tenemos ciertos instrumentos, tales como: publicidad en medios, marketing directo, consumidor a empresa, promociones de venta y relaciones públicas. Si vamos a crear posicionamiento podemos utilizar estrategias creativas en medios o mediante la elección de medios específicos; tal vez por el nombre o alianzas de la marca, por el empaque y la publicidad en puntos de venta o mediante la ubicación geográfica y las estrategias de distribución. Por último, lo que refiere a los valores de la marca, aquello últimamente más utilizado como estrategia para generar valor, quizás por su efectividad o dificultad para copiarlo: Auspicio de eventos públicos, aportes a la comunidad, política de privacidad, ética en las prácticas de trabajo o buenas garantías.

Sea cual sea el camino que elijamos, requiere un trabajo de posicionamiento claro, con una estrategia conocida y un objetivo determinado. Además de la utilización de tecnología, aceptación pública y una comunicación masiva en tiempo real. Podemos ver que muchas veces este valor subjetivo de las marcas puede dominar el patrimonio debido a sus clientes, tales son el caso de Coca-Cola, Microsoft, Apple, General Electrics, Movistar, Nokia, Toyota, Disney, McDonald’s y Mercedes Benz; cuyos valores de marca ascienden por sobre lo que muchos podríamos pensar en llegar a ganar durante toda nuestra vida, con ceros que casi no podemos contar. Y esto es un valor, que en definitiva, ha entregado el propio consumidor.

¿Qué nos entrega un valor de marca? Diferenciación, algo que todos queremos lograr y muy es difícil de explicar, aquello que entrega unicicidad a la marca. ¿Cómo? Captando la atención del consumidor, para que aumente el valor subjetivo y el patrimonio entregado por los consumidores y finalmente lo más difícil, enamorándolo. Y así generando una Lovemark.

tomado de: Marketing Directo.

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